María Maté, alumna de Secundaria
“El colegio se ve como un edificio de ladrillo y cemento, o como un grupo unido. Huele a docentes, y también a aprendizaje. Puede saber amargo, pero en verdad tiene un sabor dulce. Se oyen risas, se oyen números. Y sobretodo más que sentirse como una construcción, se vive como un hogar.”